Resulta complejo pensar en algo original para el Día de los Enamorados. Parece incluso que este año ni siquiera va a existir ya que con esto de la crisis, el pesimismo generalizado, el freno al consumismo desmesurado en el que pasábamos de Navidad al 14 de Febrero sin reconocer la mismísima cuesta de Enero.


Pocos anuncios me han llegado este año a mi correo, casi nada veo en la televisión que me inspire celebrar el día de los enamorados con cierta originalidad.
Abocada a la frustración de un año más, el ramo de flores y como mucho una cena en un restaurante de lujo, recibo la llamada de una revista con la que colaboro habitualmente pidiéndome que les escriba algo sobre el "Día de los Enamorados en la Sociedad Moderna" mientras veíamos en el ordenador las fotos del viaje en autocaravana que hicimos el pasado verano con los de AC-LLAR.

Sin mirarnos, en silencio en casa, y sin mediar palabra, enseguida ambos empezamos a unir ambientes, destinos y sensaciones. La cara iba tomando una ligera sonrisa que denotaba que algo especial estábamos tramando.
Y así comenzó a hilvanarse que este año nuestro San Valentín va a tener un toque especial: nos vamos de viaje romántico en autocaravana